Almacenaje compacto: la solución para aprovechar el espacio


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El almacenaje compacto se ha convertido en la solución logística para empresas que quieren aprovechar la nave en superficie y altura. Además, mejoran al mismo tiempo la gestión de las cargas, especialmente cuando las unidades son similares entre ellas.

Este tipo de almacén logra duplicar e incluso triplicar el espacio disponible gracias a las estanterías compactas y a la reducción de los pasillos de acceso. 

Te contamos todo sobre el almacenaje compacto, las necesidades que cubre y su presencia en la Industria 4.0.

Qué es un sistema de almacenamiento compacto o almacenaje compacto

Un sistema de almacenamiento compacto o sistema de almacenamiento por acumulación permite la máxima utilización del espacio, sobre todo en superficie. En consecuencia, el espacio dedicado al tránsito de operarios disminuye.

El diseño de los almacenes compactos favorece el empleo de palés que contengan referencias homogéneas, ya que no permite el acceso directo a cada unidad de carga. Por lo tanto, se deben optimizar los transportes y reducir las manipulaciones innecesarias.

En el almacenaje compacto se instalan estanterías de metal con calles interiores y carriles de apoyo. Las cargas se depositan mediante carretillas, que penetran en los pasillos y elevan las unidades por encima del espacio de almacenaje indicado. Debido al gran volumen de las mercancías, los materiales deben ser resistentes.

Esta solución logística conviene a almacenes que trabajan con grandes cantidades de palés con una sola referencia. 

Los diferentes sistemas de almacenamiento compacto que existen

Dentro del grupo de los almacenes compactos, encontramos diferentes soluciones. Todas ellas tienen como objetivo común el aprovechamiento del espacio y la optimización de los procesos. Sin embargo, difieren en su funcionamiento concreto. 

El empleo de un sistema u otro depende principalmente de la gestión de carga, pero también de la superficie y altura de la nave. Además, hay que evaluar las características de las unidades y la mercancía.

Sistema de almacenamiento compacto Drive Through

La gestión de carga Drive Through se basa en un flujo FIFO (First In First Out) del almacenaje compacto. Según este sistema, la primera carga que entra es la primera en salir. 

Para asegurar su funcionalidad, en el diseño del almacén se necesitan dos pasillos de acceso, uno a cada lado de la estantería de metal. Las carretillas circulan por ambos y puedes extraer y depositar unidades de carga por ambos lados. 

El FIFO se recomienda en naves donde trabajan con mercancías perecederas o con varias fases de producción.

Sistema de almacenamiento compacto Drive In

El flujo LIFO (Last In First Out) o Drive In es el modo más común de gestionar la carga en un almacén compacto. Las estanterías funcionan como depósito y solo se dispone de un pasillo para acceder a ellas. Según estudios, esto implica un aumento del 60%-80% del espacio utilizable.

La carga y la descarga se realizan por tanto por el mismo lado, por lo que la primera que entra es la última en salir.

Recomendamos este sistema para almacenes donde no existe un tiempo límite de permanencia del stock y la rotación es baja. 

Diferencias entre el almacenaje compacto Drive In y Drive Through

Ambos sistemas utilizan estanterías compactas y forman, en su interior, pasillos paralelos para el acceso a la mercancía. Sin embargo, el sistema Drive Through cuenta con un doble acceso (uno a cada lado) mientras que las estanterías Drive In solo uno.

El primero por tanto supone una mayor agilidad y facilita una rotación más alta. Se recomienda en almacenes que trabajan con productos perecederos o de varias referencias.

El sistema Drive In en cambio está pensado para empresas que almacenan mercancías homogéneas que no se devalúan con el tiempo, como ladrillos.

Estanterías dinámicas

Los sistemas Drive In y Drive Through utilizan estanterías compactas y forman pasillos interiores entre ellas para las carretillas elevadoras.

Las estanterías dinámicas por su parte también buscan el aprovechamiento del espacio, pero su funcionamiento es diferente. Cuentan con transportadores de rodillo que, gracias a una ligera inclinación, consiguen que los palés se deslicen. Esto logra que el proceso de carga y descarga sea más rápido y ágil. 

Esto, unido a que se gestiona con el método FIFO, favorece la alta rotación de las mercancías, el control total del stock, la adaptación a cargas de diferentes tamaños.

Pueden instalarse cerca de la zona de transición o de gestión de pedidos y combinarse con otros sistemas de almacenaje. El único inconveniente, como apunta este trabajo de investigación, es que su coste económico es elevado.

Estanterías push back

Las estanterías push back recuerdan a las Drive In. Utilizan el sistema LIFO (un único acceso) pero en este caso la carga se coloca sobre unos carriles inclinados hacia el pasillo donde trabaja la carretilla.

Cuando se produce la descarga, las mercancías que están detrás se deslizan hacia adelante. Por lo tanto, ocupan el primer espacio y se facilitan así las extracciones posteriores.

Este trabajo de ingeniería permite que, en la carga (almacenaje), la carretilla empuje las mercancías hacia atrás. Al mismo tiempo, se crea un hueco para la nueva unidad.

La gran ventaja de las push back es el rápido flujo de entrada y salida de productos y la capacidad de modificación del diseño logístico. Representa una buena opción para empresas del sector terciario que deben adaptarse a los requerimientos del cliente final.

Pallet Shuttles

Los sistemas shuttle son la mejor opción para almacenes semiuatomáticos y compactos. Disponen de carros motorizados que mueven la carga de manera remota y autónoma por las estanterías.

El shuttle siempre se coloca en la primera posición de la estantería, con salida directa al pasillo. La carretilla o el transelevador deposita la carga en él y este luego se desplaza para colocarla en el lugar correcto. Cuando realiza la descarga (recogida), vuelve a su posición inicial o, por medio de la carretilla, a otro nivel de trabajo.

Funciona tanto como sistema LIFO como FIFO, pero la mayor ventaja es que la agilidad de los flujos es total y la intervención de los operarios mínima, favoreciendo su seguridad.

Cómo funciona el almacenaje compacto

Los almacenes compactos requieren de una serie de equipos y procesos para asegurar su correcto funcionamiento y mantenimiento. 

Manipulación y transporte de las cargas

Los sistemas compactos complican el acceso directo e individual a cada palé. Si se quiere llegar a un palé que no se encuentra en los extremos de la estantería, hay que sacar primero todos los que se posicionan delante.

Por lo tanto, es importante colocar las cargas de manera lógica, introduciendo primero aquellas que se van a necesitar en último lugar, y utilizar cada calle o nivel para una misma referencia.

Empleo de carretillas para alcanzar las cargas

Los almacenes compactos utilizan carretillas retráctiles y contrapesadas que se introducen en las calles y elevan la carga por encima del estante en el que va a depositarla. 

Aunque pueden alcanzar grandes alturas, existen limitaciones. Además, cuanto más alta sea la columna y el peso de la carga, más complicado es manipular el palé.

Para evitar daños en las estanterías por el uso de carretillas, en cada puntal se instala un protector.

Almacenaje compacto: la solución para aprovechar el espacio

Con las carretillas retráctiles y contrapesadas la carga puede elevarse a la altura necesaria. Estas circulan por los pasillos internos del almacén compacto.

El SGA en el almacenaje compacto

El software de gestión de almacén cumple una función imprescindible  para el almacenaje compacto. Aunque lo ideal es que en cada ubicación haya una sola referencia, con un SGA pueden gestionarse varias si existe la necesidad.

El sistema informático recibe información sobre las tasas de expedición y demanda de cada producto. Con estos datos evalúa cuáles son aquellas referencias que deben estar más accesibles, indicando que se coloquen más cerca de la salida.

El SGA también se encarga de gestionar las entradas y las salidas. Puede configurarse para que mande la orden de vaciar nivel a nivel. De este modo se garantiza la estrategia FIFO.

Cuándo se recomienda instalar un almacenaje compacto

Los almacenes compactos representan una solución óptima para empresas que trabajan con cargas pesadas, dispuestas en palés y de un mismo tipo. 

Los diferentes flujos y sistemas dentro de la categoría general de almacenaje compacto permiten adaptarse a diferentes circunstancias y necesidades logísticas.

La capacidad de almacenaje y el aprovechamiento del lugar es el principal punto a favor, por lo que conviene a naves con alto nivel de ocupación y en las que la intervención humana no es necesaria o quiere reducirse al máximo. Para obtener datos exactos al respecto y observar la posible mejora, es necesario utilizar una calculadora de capacidad de almacenaje.

Son una alternativa implementada, especialmente siguiendo el sistema Drive-In, en industrias donde usan cámaras frigoríficas. En estos casos, el espacio tiene que aprovecharse al máximo y no se precisa, ni se recomienda, la entrada y salida de operarios. 

Ventajas del almacenaje compacto

La mayor ventaja de los almacenes compactos es el aprovechamiento de la superficie hasta un 85%.

Sin embargo, existen otros factores que lo convierten en una solución en ocasiones más interesante que un almacén convencional.

  • Optimización del espacio mediante el almacenaje en bloque.
  • Reducción del número y el tamaño de los pasillos.
  • Control estricto de las entradas y las salidas de mercancía mediante el sistema informático del Software de Gestión de Almacén.
  • Limitación de los movimientos de carga y descarga.
  • Bajo coste de instalación y mantenimiento.
  • Mejora de la productividad por la carga y descarga en serie de palés, por lo que el retorno de la inversión es alto y rápido.
  • Gran versatilidad y compatibilidad con otros sistemas y tipos de almacenes automáticos y convencionales.
  • Posibilidad de almacenar unidades de gran volumen por la alta resistencia de los materiales.
  • Seguridad al minimizar la presencia de equipo humano dentro del almacén.

Desventajas del almacenaje compacto

A pesar de suponer un ahorro de espacio y costes, la investigación sobre los almacenes compactos indica que generan algunos problemas e inconvenientes que han de valorarse.

  • Dificultad para acceder a cargas que se han quedado en zonas interiores o intermedias de las estanterías.
  • Necesidad de asignar una única referencia a cada calle o nivel.
  • Se requiere que las carretillas y otros medios de transporte que discurran por los pasillos se adapten a al tamaño de estos.
  • Escasa posibilidad de crecimiento en altura (a más de 6 metros) por el peso acumulado.
  • Complicación para modificar el diseño del almacén una vez instalada toda la infraestructura.

Empresas que usan almacenes compactos

Muchas empresas optan por las ventajas del almacenaje compacto. La optimización de la gestión y del espacio conlleva grandes beneficios, como han observado en Urkoitik S.L. y Tombacco Marketing. 

Urkoitik S. L.

Urkoitik provee de materiales de construcción a sus clientes, como ladrillos, tubos, válvulas, etc. Al ser todo materiales no perecederos, vieron en el almacenaje compacto una oportunidad no solo de ganar espacio, sino también de reestructurar su antes caótico sistema de entradas y salidas de mercancía. 

En el pasado la empresa de suministros de la construcción no organizaba las unidades por referencia. En consecuecia, se perdía mucho tiempo lo que en demasiadas ocasiones terminaba con el pedido cancelado por parte del cliente. También se producían daños, tanto en la carga como en los operarios, durante las maniobras.

Actualmente disponen de un almacén compacto que funciona con el sistema Drive In. Además, han sustituido sus carretillas frontales por elevadoras, alcanzando mayores alturas, facilitando las maniobras y aprovechando aún más el espacio.

Se ha reducido el peligro de accidentes, los daños en el producto  y los tiempos de carga y descarga. En cambio, ha aumentado la satisfacción del cliente y la capacidad y gestión de almacenaje.

Tombacco Marketing

Tras años apilando incorrectamente la mercancía, la filial española con sede en Barcelona dedicada a la industria del plástico, evolucionó su almacén hacia uno compacto. La homogeneidad entre los productos que comercializan favoreció e impulsó este cambio.

Las cajas ahora no se apoyan unas en otras, sino que son paletizadas y se disponen en estanterías compactas. Esto ha permitido duplicar el espacio de almacenaje y asegurar el buen estado de los materiales, mejorando la calidad de su servicio.

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